


Creía que las personas aprendían de los errores, sobre todo de los errores estúpidos. Sí, de esos que no conducen a nada, de los que nada se saca en conclusión.
Pensaba que si alguien cometía un error de intenciones, podría rebobinar e intentar volver al principio de la acción. Está claro que no es así.
¿Qué pasa por nuestra cabeza cuando la acción y sus consecuencias nos llevan al error?. Evidente...vamos camino de alojarnos en la estupidez. En esa estupidez humana(tan sólo nuestra)que nos aboca a volver a caer en ella tan pronto le demos la oportunidad. Y lo que es peor, somos incapaces de resistirnos, conseguimos entrenarnos y ella, que es lista(muy lista)fabrica un filtro invisible por el que pasan nuestra vida y nuestras decisiones.
No sé si hay remedio, por la propia ignorancia de la situación. Ni siquiera, a lo mejor, podremos combatirla siendo conscientes de su existencia.
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